24 de diciembre de 2011

Seda, de Alessandro Baricco (1996)

Hoy quiero hablaros de una pequeña novela que llegó a mis manos hace meses como primera entrega de esas colecciones que aparecen en los quioscos a finales de verano con precio estupendo al principio y clavada del quince en las siguientes entregas. Se trata de Seda (1996) del escritor italiano Alessandro Baricco.

Tengo que decir, no muy a mi favor, que ni recordaba que la tenía. Hace relativamente poco leí una mención sobre ella en la magnífica novela El maleficio de la duda de mi admirado Ariel Capone, por lo que de inmediato entró en mi lista de deseos hasta que ayer –voilà!- apareció por arte de magia en mi biblioteca y recordé, como os he dicho antes, que la tenía desde hacía meses.

Alessandro Baricco nació en Turín en 1958, es licenciado en Filosofía y fue precisamente con esta novela, Seda, con la que alcanzó la fama mundial en 1996 tras convertirse el título en un bestseller que se ha traducido desde entonces a 17 idiomas. Tan sólo en España lleva 40 ediciones, para que os hagáis una idea.

Ha publicado en total 8 novelas, siendo Seda la tercera tras Tierras de cristal (1991, Premio "Selezione Campiello" y "Prix Médicis Étranger") y Océano mar (1993, Premio "Viareggio"); además de varios ensayos y obras de teatro.

A Seda le ocurre igual que a su autor, para unos es una obra de culto y para otros una pantomima –que aunque lo parezca no es una de las empresas de la Pantoja-. Partiendo de esa premisa me dispuse a comenzar su lectura esta mañana, mientras iba en metro al trabajo. Después de dedicarle la media hora de ida, la media de vuelta y un ratito más en casa... c’est fini.

Seda narra la historia de Hervé Joncour, un joven francés afincado en Lavilledieu -pueblo que se dedica a la elaboración de seda- en la que una nefasta enfermedad de los gusanos de seda locales obliga al protagonista a cruzar medio mundo para comprar miles de huevos de este insecto en Japón. El encargado de satisfacer su demanda es el comerciante Hara Kei, considerado algo así como el amo y señor de la villa en su tierra. Es allí donde Hervé queda prendado de una joven muchacha de rasgos occidentales que acompaña siempre a Hara Kei y con la que no cruza palabra en toda la historia.

Sin entrar en más spoilers, tengo que decir que no se le puede negar a Baricco la maestría en construir un gran relato, con descripciones cuanto menos sutiles y un estilo narrativo donde los detalles se reducen a la mínima expresión para dar importancia total simplemente a la historia, sin florituras. Historia bellísima y tristísima, por cierto.

Aunque a veces Seda parece una historia escrita de un tirón; otras, roza exageradamente lo cinematográfico y cabría preguntarse si Baricco la hizo pensando en que alguien le comprara los derechos para llevarla al cine. Pero lo cierto es que no deja de ser una genialidad construir una historia de tal calibre y profundidad con tan sólo el armazón. Porque como os digo, no hay más detrás. El ahorro de palabras, situaciones y detalles es constante a lo largo de las 125 páginas.

¿El mensaje de Seda? El triunfo del cerebro ante el corazón, encarnado en un protagonista que es incapaz de abandonar su monótona existencia, su trabajo y a su mujer por un amor a primera vista por el que románticamente habría podido renunciar a todo. Con el inesperado final cabe preguntarse si el protagonista se arrepintió en algún momento de su vida de no haber tomado otra decisión. Y es en este punto en el que Baricco alcanza una cota de penetración en el subsconciente del lector que hacen de Seda una obra efectiva, sublime e inolvidable.
sábado, diciembre 24, 2011

3 comentarios:

La lei! Y no me ha gustado nada. Alessandro Baricco munca me ha gustado, y creo ser la unica italiana a la que no le gusta

Buena y certera crítica, un saludo!

SEDA ME PARECE EXCELENTE PARA SER LLEVADA AL CINE Y SOBRE LA CRITICA( SINTETICA DE DISTINTOS PUNTOS DESTACADOS DE LA OBRA), CONSIDERO ES UN ACIERTO DE TU PARTE Y TE FELICITO POR ELLO.ÈXITOS.
TE SALUDO DESDE EL LEGENDARIO DRAGON.

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